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5 mitos comunes acerca del suicidio

 

Roxana Maria Anei

 

El suicidio es un tema complejo de abordar, además de seguir siendo un tabú en la actualidad debido al miedo, la desinformación y la falta de sensibilización. A lo largo de los años, ha sido objeto de numerosos mitos y creencias erróneas aunque, afortunadamente, cada vez ocurre menos. Estos mitos no solo perpetúan el estigma asociado al suicidio, sino que también pueden ser peligrosos, al impedir que las personas que necesitan ayuda busquen la atención adecuada. En este artículo, exploraremos algunos de los mitos más comunes acerca del suicidio e intentaremos entender por qué son incorrectos.

 

 

Mito #1: Hablar sobre el suicidio aumenta el riesgo de que alguien lo cometa

 

Este es uno de los mitos más extendidos en nuestra sociedad, y probablemente el que más esté contribuyendo a que el suicidio siga siendo tabú. Según la Consejería de Sanidad et al. (2015), está demostrado que preguntar y hablar con la persona sobre la presencia de pensamientos suicidas, disminuye el riesgo de cometer el acto. Preguntar y escuchar a la persona en riesgo sobre sus pensamientos y emociones relacionadas con la conducta suicida aliviará su tensión. Es muy importante que adoptemos una disposición de escucha auténtica y respeto, lo que le indicará que nos preocupa y que deseamos ayudarle. Sin embargo, cuando son los medios de comunicación los que hablan del fenómeno, éstos no deberían proporcionar información sobre cómo se llevó a cabo, dónde, con qué medio o instrumento, etc. Según Pérez Barrero (2005), los medios de comunicación son útiles a la hora de publicar los signos de alarma de una crisis suicida, mencionar las fuentes de salud mental a las que se puede recurrir en caso de necesidad o divulgar medidas sencillas que permitan a la población saber qué hacer en caso de detectar a una persona con riesgo.

 

 

Mito #2: La persona que quiere suicidarse no expresa su intención de hacerlo

 

Este es otro mito común, basado en la idea equivocada de que el suicidio es algo que sólo se hace en silencio. Esta creencia conlleva a no prestar la suficiente atención a las personas que manifiestan este tipo de pensamientos. En contraposición, Pérez Barrero (2005) arroja una realidad muy diferente: de cada diez personas que se suicidan, nueve de ellas manifestaron claramente sus propósitos (mediante palabras, gestos o cambios de conducta), y la décima dejó entrever las intenciones que tenía de acabar con su vida.

 

 

Mito #3: Solo se suicidan las personas con trastornos mentales graves

 

Si bien es cierto que las personas con trastornos mentales tienen un mayor riesgo de suicidio, los pensamientos, la intención, el intento o el suicidio consumado pueden llegar a afectar a cualquiera. Las personas pueden experimentar una variedad de problemas y circunstancias que pueden llevarlas a considerar el suicidio, incluyendo problemas financieros, estrés, problemas de relación, pérdida de un ser querido y enfermedad física. Es importante no hacer suposiciones sobre las razones por las que alguien puede estar considerando el suicidio. De lo que no cabe duda es de que toda persona que se suicida o se plantea hacerlo es alguien que, por una razón u otra, está sufriendo.

 

 

Mito #4: El que intenta suicidarse es un cobarde o un valiente

 

Describir a una persona que quiere suicidarse como valiente o cobarde es reduccionista y no tiene en cuenta la complejidad de las emociones y los pensamientos que pueden llevar a alguien a considerar el suicidio. Al considerar cobarde a la persona, se equipara el acto con una cualidad negativa de la personalidad. Y al considerarla valiente, se equipara con una cualidad positiva, lo cual entorpece su prevención al hacerlo sinónimo de un atributo deseable (Pérez Barrero, 2005). En lugar de juzgar o estereotipar a las personas que luchan con estos problemas, es importante ofrecer apoyo y recursos para ayudarles a superar sus desafíos emocionales y encontrar una solución más saludable y sostenible para su dolor y sufrimiento.

 

 

Mito #5: El suicidio se hereda

 

Según el Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica de prevención y tratamiento de la conducta suicida and Axencia de Avaliación de Tecnoloxías Sanitarias de Galicia (avalia-t) (2010)este mito lleva a creer erróneamente que lo que está determinado por la herencia es imposible de modificar. Aunque el suicidio pueda tener influencia genética, esta no es la única que determina que el acto se lleve a cabo. También tienen influencia los factores de riesgo(enfermedades, estrés, desempleo, aislamiento social…). Una vía de intervención para reducir tanto la influencia genética como la de los factores de riesgo, es potenciar los llamados factores de protección (trabajar habilidades sociales, contar con apoyo familiar, tener una red social sólida, confiar en uno mismo, etc.).

La pretensión del presente artículo era arrojar algo de luz sobre algunos de los mitos más comunes acerca del suicidio. Sin embargo, existen muchos otros también dignos de mencionar y tener en cuenta: “El suicidio es una cosa de pobres o de ricos”, “Las personas con riesgo suicida son egoístas y no les importa nadie más que ellos”, “El suicidio es una cosa que no se puede prevenir” y “Las personas que se quieren suicidar son impulsivas e impredecibles”. Lo que tenemos que tener presente es que, cuanto más trabajadas tengamos este tipo de ideas, menos estigma arrojaremos sobre las personas que sufren y más podremos ayudarlas.

 

 

 

Referencias

 

  • Conserjería de Sanidad, Jiménez Pietropaolo, J., Martín Ulloa, S., Navío Acosta, M., Pacheco Tabuenca, T., Pérez-Íñigo Gancedo, J. L., Petersen Guitarte, G., Robles Sánchez, J. I., Santiago García, P., Tébar del Río, I., Torras García, A., & Villoria Borrego, L. (2015). Guía para la detección y prevención de la conducta suicida, dirigida a profesionales sanitarios y facilitadores sociales. Oficina Regional de Salud Mental. http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM017859.pdf

 

  • Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica de prevención y tratamiento de la conducta suicida, & Axencia de Avaliación de Tecnoloxías Sanitarias de Galicia (avalia-t). (2010). La conducta suicida: Información para pacientes, familiares y allegados. https://consaludmental.org/publicaciones/Laconductasuicida.pdf