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Enfermedades autoinmunes

 

Gisabella Zanetti

 

El sistema inmune es el encargado de defender al organismo de agentes nocivos. Existe una inmunidad innata o inespecífica que actúa como barrera y forman una primera línea de defensa y una inmunidad adquirida que se desarrolla en la exposición a diferentes antígenos.
Las enfermedades autoinmunes son aquellas en las cuales el sistema inmune ataca células o tejidos sanos porque no los reconoce como propios y por lo tanto se defiende como si se tratara de agentes invasores externos.

Encontramos, en la actualidad cada vez más consultas por enfermedades autoinmunes, muchas veces después de un largo pasaje por diferentes profesionales médicos y con diversos estudios o tratamientos vienen a los consultorios psicológicos para encontrar un modo de sobrellevar los diferentes padecimientos del cuerpo en cuyo caso también será importante indagar los factores psíquicos en la aparición de determinada enfermedad.

Sabemos que los modos de sufrimiento psíquico cambian según las épocas, en este sentido podemos decir, por ejemplo, que las histerias de conversión que leíamos en los textos freudianos no son iguales que las histerias en la actualidad. Por lo tanto, los modos de padecimientos van tomando diferentes ropajes según el momento histórico social, así como también nos encontramos con la aparición de nuevos síntomas o malestares psíquicos que tienen su influencia en el sufrimiento corporal. A su vez encontramos que los modos en que una dolencia o enfermedad se manifiesta tiene que ver con las marcas subjetivas en el cuerpo relacionadas a la historia personal.

 

 

Lo propio y lo extraño en lo psíquico

 

Desde lo psíquico sabemos que lo propio, el sentimiento de sí no es algo que esté dado desde el inicio sino que se construye en el vínculo con los otros. El recién nacido no distingue lo externo e interno como tampoco puede diferenciarse de su madre o adultos a cargo.
Al comienzo están los diferentes estímulos externos e internos, que la madre, en tanto función irá organizando, filtrando, calmando.

Es la madre la que actúa como una barrera para que los estímulos no desborden la capacidad de respuesta.
Por eso, podemos decir que las primeras experiencias corporales del bebé tendrán que ver con lo displacentero, el dolor, los estímulos excesivos y caóticos y que quien está cargo de sus cuidados irá aliviando a medida que pueda ir interpretando y prestando un lenguaje a sus diferentes llantos brindando la contención y cuidados a quien se encuentra en estado de desvalimiento. Esto es lo que irá dejando diferentes marcas sobre el cuerpo ya que quien cumple la función materna articulará en su experiencia con el niño su propia subjetividad y afectos.

Entonces hay un primer trabajo que permite la construcción de ese aparato psíquico que consiste en incorporar lo placentero y tratar de expulsar lo displacentero. Luego con el armado y construcción del yo que posibilita las identificaciones hay un trabajo de reconocimiento en lo propio y lo ajeno. El yo es una instancia que nos permite integrar las distintas experiencias dando así una continuidad que posibilita armar una identidad como así también organizar las distintas sensaciones corporales en una unidad que forman la imagen corporal. Es decir, que el proceso de formación del yo es una construcción que nos permite registrar el cuerpo como así también distinguir un adentro y un afuera, lo interno y lo externo y la organización espacial.

A su vez, podemos decir que lo propio y lo extraño no son entidades separadas y opuestas ya que, por ejemplo por el mecanismo de la represión, el síntoma que es algo propio del sujeto aparece primero como “cuerpo extraño”, es decir, el sujeto no sabe de donde viene y porque se le presenta algo que es ajeno a su voluntad y conciencia ya que desde lo psíquico, a través de los diferentes mecanismos de defensas el yo expulsa algo propio o lo trata como ajeno al mismo por resultarle penoso o desagradable y por eso se le presenta a modo de enigma, será a través de la terapia donde podrá ir conectando, a través de diferentes asociaciones aquello que se presenta como causa.

Sin embargo en las enfermedades autoinmunes encontramos más bien algo de un orden diferente al síntoma ya que lo afectado no es el cuerpo en sus representaciones sino en su mismo sistema defensivo y es por ello que se puede relacionar más a un efecto de ruptura en esa barrera o en otros casos un exceso de defensa por considerar demasiado agresivo los agentes externos.
Es decir, que nos encontramos con factores traumáticos o de estrés en algún momento de la historia de sujeto, que dificultan la inscripción de ciertas experiencias en el psiquismo.
Para hablar de trauma diremos que nunca estamos exentos de que ocurran cosas que rompan esa estabilidad que nos brinda el yo, sin embargo en ciertas situaciones el sujeto puede no encontrar los recursos simbólicos para elaborarlas por ser excesivo y en esos casos hablamos de eventos estresantes o traumáticos.

 

 

Trauma

 

El trauma psíquico se relaciona con la teoría económica de Sigmund Freud («Más allá del Principio del Placer» 1920-1922, O. Completas), quien explica que en ciertas situaciones existe un exceso de energía que invade el aparato psíquico, y es por ello que este exceso queda como energía libre, no pudiendo ser ligada, o lo que es lo mismo, no puede ser simbolizado el evento para inscribirlo dentro de la historia del sujeto. Esto genera lo que se llama una compulsión a la repetición, donde el sujeto revive constantemente las escenas del evento traumático o lo repite en acto en un intento de poder inscribirlo. También se puede producir una suerte de fractura del sistema de defensa y aparecen diferentes mecanismos psíquicos defensivos, como ser la disociación ya que una parte de los pensamientos continúa circulando libremente, permitiendo en apariencia adaptarse a la realidad presente. También aparece una hiper vigilancia que permite estar en estado de alerta, mientras que en un embotamiento de las emociones y una amnesia parcial permiten manejar el estrés.

 

Entonces las enfermedades autoinmunes están en relación al trauma desde diferentes lugares:

Por un lado, se trata de algo que irrumpe en la vida del sujeto y por su efecto sorpresivo rompe la continuidad o unidad yoica que siempre intenta aspirar a cierta completud.
Por otro lado se encuentra el efecto en el cuerpo de traumas anteriores que no han podido ser elaborados y por lo tanto que puedan ligarse desde lo simbólico y por ello toman algo del cuerpo y en este sentido desde un lugar silencioso.
Enfermedades con base hereditaria pero que se disparan en el momento que el sujeto enfrenta una situación donde supera su capacidad de respuesta y por ello estresante o traumática.
Habrá que indagarlo en relación a la historia de cada sujeto en su singularidad.

 

 

Bibliografía

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