Psicología perinatal y vínculo temprano
Gisabella Zanetti
La Psicología perinatal es una rama de la psicología que trabaja en la prevención, cuidados, acompañamiento y orientación en todo lo que concierne al nacimiento; entendiendo por ello la importancia de la salud mental en todo el proceso que abarca desde la búsqueda de embarazo, concepción, parto, puerperio y vínculo temprano en la díada madre hijo así como las otras figuras de sostén y crianza.
Se considera que la búsqueda de un hijo modifica profundamente a los sujetos ya que se ponen en juego ansiedades, deseos, miedos y se reeditan también las propias experiencias como hijo/a, por lo tanto es un momento cargado de emociones y que también confronta con la incertidumbre; ya que cada sujeto aprenderá a ser ma/padre en el pasaje mismo por la experiencia con ese hijo/a en singular y conjuntamente con los recursos simbólicos y el contexto y/o personas significativas que acompañen.
Búsqueda de embarazo
Sabemos que antes de la llegada real de ese bebé el niño o niña ya se encuentra presente en el imaginario y deseo de los padres; como así también con todo el contexto social, cultural, histórico y familiar para recibirlo/a. Toda esa trama; como así también el momento subjetivo en el que surge esa búsqueda; serán importantes para trabajar con los padres ya que se considera que el camino comienza desde allí; como así también las dificultades que puedan presentarse.
En la actualidad nos encontramos con un avance social en lo que respecta a poder incluir otras formas de pensar la familia y por ello aparecen diversas maneras de parentalidad. No sólo tenemos la pareja tradicional sino que encontramos familias ensambladas, la monoparentalidad, co-parentalidad, parejas homosexuales o incluso en las parejas heterosexuales que se atraviesan problemas de infertilidad; por nombrar algunos ejemplos.
Los tratamientos de reproducción asistida han abierto también un abanico de posibilidades que acompañan y/o producen cambios sociales como por ejemplo la ovo donación o criopreservación ya que dichos métodos intentan resolver el problema de la edad biológica en la mujer para concebir; para que no sea un mandato siguiendo el tiempo fértil sino cuando surja el deseo como tal; entre otras dificultades; también ponen en evidencia que la maternidad y paternidad no tienen que ver sólo con lo biológico; la donación de óvulos y esperma nos permite pensar una vez más a la maternidad y paternidad no cómo un aspecto genético sino con funciones que se van construyendo. Sin nombrar todos los tratamientos sabemos que es un campo en el que se está avanzando cada vez más y por ello va dejando muchos interrogantes y aspectos humanos a trabajar ya que quien debe recurrir a ellos es un sujeto que viene con una historia singular y sus afectos.
Teniendo en cuenta esto la Psicología Perinatal permite escuchar y acompañar a los sujetos que estén atravesando tratamientos de reproducción asistida ya que el cuerpo aquí atravesado por la medicina en sus diversos tratamientos es afectado de otra manera y no está exento de la angustia que todo el proceso médico conlleva.
También pueden surgir sujetos que decidan iniciar un proceso de adopción en cuyo caso diremos que como la maternidad y paternidad tienen que ver con funciones no necesariamente quien materna coincide con la persona que gesta. Desde este lugar se piensa entonces que incluso en el caso de un hijo biológico tiene que haber un proceso de adopción para que se pueda ejercer la función conjuntamente con un proceso filiatorio que lo inserte dentro de una dinámica e historia familiar, sin embargo en el caso que se tenga que pasar por una adopción concreta se requiere de un dispositivo de acompañamiento que pueda entender la singularidad de todo el proceso, no carente de complejidades burocráticas
Concepción y Embarazo
Como dijimos; la concepción no siempre se da de manera fluida y natural, muchas veces se atraviesan períodos de espera o intentos fallidos que pueden llevar a diversos tratamientos. Sin embargo, una vez que sucede la concepción como inicio del embarazo abre el camino a nuevo mundo por descubrir en donde pueden aparecer emociones intensas desde la alegría y la ilusión mezcladas con temores y angustias.
El embarazo es un momento de la vida plagado de cambios, sobre todo si consideramos que estos se llevan a cabo en el cuerpo de la mujer y por consiguiente atraviesa lo psíquico en su modo de inscribir dicha experiencia en el cuerpo desde lo simbólico.
Por lo tanto, ese momento de la vida trae aparejado conjuntamente con los cambios fisiológicos, todo un trabajo psíquico de preparación, de alojar e ir haciendo lugar a un nuevo ser.
Parto
Es un momento que dejará indudablemente una marca en las personas que lo vivencian y por ello se vuelve fundamental prestar el mayor cuidado a esa experiencia para que las personas implicadas lo vivan desde el amor, respeto, intimidad y cuidado en el vínculo y no como una experiencia traumática que afecte el vínculo madre-bebé.
El parto pone en juego toda una parte fisiológica primitiva en tanto hay mecanismos que en los mamíferos se activan para poder parir, en este sentido se dice que la mujer sabe como parir y que es una práctica que, exceptuando las complicaciones, necesita una mínima intervención por parte del médico. Sin embargo sabemos que esa experiencia, en el ser humano es siempre cultural y por ello necesita todo un cambio de paradigma y preparación para dar lugar a un parto que respete la intimidad, los tiempos de cada mujer y la privacidad.
Sabemos que el parto se ha vuelto en los últimos años una práctica que quedó bajo el poder médico y que ello trajo como consecuencia por ejemplo, episiotomías o cesáreas innecesarias como también la vulneración de muchos derechos; los de la mujer que es quien debe decidir sobre su cuerpo y sobre la pareja a elegir como vivir y apropiarse de este momento desde su singularidad.
Desde la psicología Perinatal se busca este cambio orientado hacia el respeto, acompañar las decisiones, el cuidado de los vínculos, la familia o personas de confianza que acompañen o sean parte del proceso.
Puerperio y Vínculo Temprano
Son dos procesos que se dan en simultáneo y por ello es fundamental atender y entender el momento psicoafectivo y fisiológico que atraviesa la mujer después de dar a luz ya que sin duda tiene relación con el modo en que se establecerá el vínculo.
Este momento conlleva una gran transformación ya que no sólo ha parido a su hijo/a sino que se pare como madre en esos actos fundantes de encontrarse con su bebé, con la extrañeza de su bebé real y no ya el imaginado, con la lactancia como primer modo de ir vinculándose, la interpretación del llanto, los cambios en su cuerpo que se esta acomodando a la nueva situación.
Momento también en donde emergen contenidos de los propios vínculos primarios donde se actualiza y se intenta inscribir una diferencia o un modo propio de habitar la maternidad no sin el pasaje y revisión por los modos de maternar generacionales.
Es entonces un momento donde es fundamental que la madre se sienta acompañada, escuchada y contenida para poder llevar a cabo la función de sostén del bebé ya que el primer año de vida es fundante y fundamental en el desarrollo de su psiquismo.
Ese acompañamiento que pueden brindarlo la familia, los vínculos cercanos o actualmente pensando en los grupos que ya se vienen gestando para maternar en tribu son necesarios en tanto se requiere de los lazos afectivos, la crianza conjunta y la red de apoyos que permita alojar la maternidad en todas sus implicancias y dificultades y no desde la mirada culpabilizadora, entendiendo que esa mujer o quien ejerce la función atraviesa cambios profundos que muchas veces pueden ser estresantes o agobiantes y que más allá de lo soñado o esperado las dificultades pueden aparecer en el encuentro mismo de ese rol o con situaciones con su bebé, con la función en sí o con ella misma en sus cambios.
Por lo dicho anteriormente, todas las transformaciones que implica este momento de la vida hace del puerperio un momento particularmente sensible que muchas veces puede requerir la intervención psicológica como en el caso de depresiones pos parto, o duelos ante la llegada de un bebé con problemas orgánicos que puedan complicar el intercambio o le dificulte alojarlo, significarlo y acunarlo desde el deseo y el amor.
En este momento también pueden surgir problemas en la pareja ya que se suelen agudizar los que se encontraban previamente y también aparecen los conflictos de esta etapa que es necesario atravesar y por eso se hace necesario el diálogo y acomodamiento constante para una nueva reorganización familiar o en la pareja.
BIBLIOGRAFÍA
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