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Depresión perinatal

 

 

Alicia Sancho Romero – Madrid 26 de Abril de 2022

 

La depresión perinatal es un problema de salud pública entendido como “trastorno del estado de ánimo” que aparece entre el embarazo y el primer año después del parto, con una prevalencia de entre el 10 y 15%.Se trata de una depresión de moderada a intensa generalmente con múltiples causas, en su mayoría, desconocidas. Este concepto resulta más amplio en comparación con la “depresión posparto” ya que  contempla un posible inicio antes del parto que incluye la etapa perinatal al completo.

Desde la Asociación Española de Psicología Perinatal se estima que dos de cada diez mujeres sufren trastornos de Salud Mental Perinatal, y de estas dos, una de ellas sufrirá depresión perinatal, con variaciones según el lugar de residencia. Sin embargo, en España no existen datos estadísticos concretos sobre el número de mujeres que padecen depresión perinatal. A causa del estigma que existe sobre la enfermedad mental perinatal, sabemos que suele estar infradiagnosticada e invisibilizada a nivel social. El estigma aparece directamente ligado al arraigo en las concepciones tradicionales de los ideales de maternidad y familia nuclear provocando una fuerte negativa ante la posibilidad de padecer depresión durante un evento vital, que según las normas sociales implícitas, “debe provocar felicidade ilusión” por la llegada de un nuevo miembro familiar.

 

El papel de los cambios hormonales sufridos por la madre durante y después del embarazo tiene especial relevancia, afectando al estado de ánimo y vulnerabilidad emocional de la persona. Se considera una de las posibles causas de dicha depresión. Además, existen numerosos factores más allá de los hormonales que también pueden afectar al estado de ánimo durante este período:

Cambios en el cuerpo a raíz del embarazo y el parto.

Cambios en las relaciones laborales y sociales.

-Cambios en la rutina (estilo de vida, tareas, actividades, hábitos alimenticios, etc).

Falta de tiempo personal e individual de calidad.

Falta de sueño.

Preocupaciones y juicios negativos acerca de la capacidad para ser una buena madre, etc.

 

 

Factores de riesgo

 

Hay factores que pueden aumentar la probabilidad de sufrir depresión perinatal, tanto por la falta de recursos (económicos, emocionales, sociales, etc) para el adecuado afrontamiento de esta etapa, como por su impacto psicológico y físico en la persona. Algunos ejemplos son:

Consumo de alcohol, sustancias ilegales o tabaco (también puede ocasionar riesgos serios para la salud del bebé).

Embarazo no deseado, no planeado o con sentimientos contradictorios acerca de este.

-Sufrir algún tipo de problema emocional/psicológico antes del embarazo o en un embarazo anterior.

Factores de estrés durante el embarazo o parto con fuerte impacto psicológico (embarazos problemáticos, parto difícil o de emergencia, experiencia traumática de parto, parto prematuro, violencia obstétrica durante el parto, enfermedad o anomalía en el bebé, enfermedad o fallecimiento de algún ser querido, etc).

Precariedad y dificultades económicas.

-Falta de apoyo socioemocional por parte de familia, amigos o pareja.

-Falta de atención y apoyo por parte del sistema sanitario y social.

 

 

Sintomatología

           

Durante el primer trimestre del embarazo y tras las dos primeras semanas de posparto es muy común la aparición de síntomas de ansiedad, irritación, tristeza e inquietud. Suelen desaparecer pronto sin necesidad de tratamiento, ya que conforman una respuesta de adaptación normal ante los cambios ocurridos en la vida de la madre. Cuando estos síntomas no desaparecen o los signos depresivos comienzan uno o más meses después de dar a luz, se puede comenzar a hablar de depresión perinatal. Aun así, dicho solapamiento entre síntomas esperables durante la etapa perinatal y lo que se nombraría como “depresión perinatal” es precisamente lo que complica el diagnóstico. Es necesario prestar atención a algunos puntos clave en la naturaleza de los pensamientos de la madre (como ideaciones negativas con respecto a la maternidad, desesperanza por su futuro como madres, culpabilidad por el embarazo, etc) que nos ayudarán a diferenciar la “tristeza puerperio” o “baby blues” (presente en un 80% de las madres) del desarrollo de un trastorno depresivo.

Los síntomas de depresión perinatal son similares a los síntomas de depresión de cualquier otro momento vital, con la especificidad de que ocurra durante la etapa perinatal.

Algunos de estos síntomas son: agitación e irritabilidad, cambios en el apetito, sentimiento de inutilidad o culpa, sentimientos de desconexión, falta de interés o placer (anhedonia), desesperanza, falta de concentración, fatiga, ansiedad, pensamientos suicidas, insomnio, vulnerabilidad emocional, disminución de la líbido, etc.

Otros síntomas que también pueden ocurrir son: sensación de incapacidad de cuidar de sí misma o del bebé, tener miedo a quedarse sola con el bebé, tener sentimientos negativos hacia el bebé, preocuparse en exceso por el bebé o tener poco interés por él.

El periodo de posparto es un momento altamente demandante y cansado para la madre por las exigencias de cuidado que implica con el recién nacido. Muchas de estas expresiones de depresión perinatal llegan a ser incapacitantes, ya que tienen que convivir con ese rol de cuidados maternales que relega la individualidad a un segundo plano. Esto no permite atender sus necesidades psicológicas de autocuidado tal y como sería conveniente, dificultando considerablemente la situación y retroalimentando el estrés sufrido por la madre.

 

 

Evaluación

 

Se recomienda evaluar la depresión perinatal haciendo uso de varias técnicas de evaluación complementarias para obtener resultados válidos y fiables.

El cuestionario más utilizado y reconocido para la evaluación de depresión posparto es la Escala de Depresión Postnatal de Edinburgh (EDPS). Asimismo, este cuestionario no sustituye la evaluación clínica, por lo tanto, ha de ser complementado con la realización de entrevistas clínicas(SCID) como forma de examinar detenidamente los síntomas para confirmar y especificar la gravedad del cuadro depresivo.

 

 

Tratamiento

 

El tiempo de tratamiento y recuperación varían según la gravedad de la depresión y necesidades individuales de la persona, así como el tipo de tratamiento que más se ajuste y beneficie a su perfil psicológico.

La psicoterapia siempre es un gran aliado como parte del apoyo psicológico-emocional necesario para afrontar el periodo de estrés que supone la etapa perinatal, más aún, cuando hay un cuadro depresivo asociado. Se lleva a cabo el trabajo personal de recopilar herramientas, recursos emocionales y estrategias de afrontamiento para reducir el impacto negativo del estrés, mejorando así la salud mental de la persona afectada. Al mismo tiempo, las propuestas sociales de acompañamiento, como grupos de apoyo, la activación de la red social de la madre, ejercicio físico y relajación en grupo, se han considerado muy beneficiosas.

Poner el foco de atención en los hábitos de vida saludables y los cuidados personales contribuye enormemente al bienestar psicológico de la madre. Por ello, contar con los apoyos sociales para distribuir las tareas de cuidados hacia al bebé, permite que disponga del tiempo necesario para cuidar de su salud física y mental. La mejoría experimentada en la salud de la madre siempre afectará positivamente a la salud del bebé.

Se recomienda tener especial cautela con el uso de medicación en el puerperio, teniendo en cuenta que cualquier sustancia ingerida será absorbida por el bebé por medio de la leche materna. Si se estima necesario el uso de medicación por parte de un profesional de la salud mental, se han de valorar los riesgos y efectos secundarios que implique tanto para la madre como para el bebé.

 

 

Bibliografía

Depresión perinatal: síntomas, detección y tratamiento de una enfermedad mental infradiagnosticada. (2021, 18 marzo). El País. Recuperado 25 de abril de 2022, de https://elpais.com/mamas-papas/2021-03-18/depresion-perinatal-sintomas-deteccion-y-tratamiento-de-u/

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Depresión posparto: Diagnóstico y tratamiento. (2021, 29 julio). Mayo Clinic. Recuperado 21 de abril de 2022, de https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/postpartum-depression/diagnosis-treatment/drc-20376623

Evans M., G., Vicuña M., M., & Marín, R. (2003). Depresión Posparto realidad en el Sistema Público de Atención de Salud. Revista chilena de obstetricia y ginecología, 68(6). https://doi.org/10.4067/s0717-75262003000600006