Uso de nuevas tecnologías en niños
Un problema creciente
Por Alba Cuevas Ariza
NUEVAS TECNOLOGÍAS
Las nuevas tecnologías son una parte fundamental de nuestras vidas, puesto que están presentes en todos los ámbitos en los que nos movemos, y están al alcance de prácticamente todo el mundo. Tanto es así, que es muy complicado encontrar una persona a nuestro alrededor que no tenga acceso a ellas. Además, la situación de la pandemia en la que llevamos dos años inmersos está impulsando aún más su desarrollo y su uso.
Estas nuevas tecnologías han traído consigo numerosas ventajas. Algunas de ellas son:
- Mayor rapidez y facilidad a la hora de acceder a la información.
- Rompen la barrera de la distancia, al ofrecer la posibilidad de comunicarse a través de videollamadas, por ejemplo.
- Facilita el aprendizaje en el sentido en que ofrece la posibilidad de acceder a la enseñanza desde cualquier parte.
- En relación con el procesamiento de la información, fomentan una mayor velocidad de procesamiento, una mayor capacidad para diversificar la atención, y un mayor procesamiento en paralelo.
- Constituyen una fuente de entretenimiento. Innumerables plataformas ofrecen contenidos como películas, series, libros, música, etc. de manera online.
- Simplifican algunas tareas, gracias a la automatización de algunos procesos.
- Aumentan la esperanza de vida, gracias a los grandes avances que se han obtenido en medicina.
En definitiva, las nuevas tecnologías han llegado para quedarse y para hacernos la vida un poco más fácil, y está claro que, haciendo un uso racionado y adecuado de ellas, pueden ser muy beneficiosas. Sin embargo, no todo son ventajas, y, de hecho, cada vez más se están conociendo los riesgos que estas tienen asociados,e incluso se está empezando a hablar de adicciones a las nuevas tecnologías.
USO DE NUEVAS TECNOLOGÍAS EN NIÑOS
Como bien sabemos, los niños de hoy en día han nacido inmersos en la era de las nuevas tecnologías. De hecho, a esta nueva generación se la conoce como la generación de los nativos digitales. Debido a la presencia de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos, los niños están expuestos a las pantallas desde prácticamente su nacimiento. Esta situación ha impulsado que organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) difundan ciertas recomendaciones en relación a su uso. Estas recomendaciones incluyen no pasar tiempo delante de una pantalla (móvil, tablet, televisión) hasta los 2 años, y un máximo de una hora al día entre los 2 y los 5 años.
Otros autores recomiendan que los niños menores de 6 años no tengan acceso a ningún tipo de pantallas, y que sea, a partir de esta edad, cuando puedan pasar un máximo de entre media hora y una hora al día delante de una pantalla, incluyendo móvil, televisión, tablet, ordenador…
La Academia Americana de Pediatría (AAP) ha propuesto las siguientes recomendaciones:
- De 0 a 2 años: No exposición a pantallas.
- De 2 a 5 años: Entre media y una hora al día.
- De 7a 12 años: Una hora al día, siempre supervisado por un adulto.
- De 12 a 15 años: Una hora y media al día.
- A partir de 16 años: Dos horas al día.
Se ha estudiado que una exposición menor a media hora al día no tiene impacto significativo en el desarrollo cerebral, y una exposición máxima de una hora tiene un impacto tolerable.
Además, existen unas recomendaciones comunes respecto al uso/exposición a las pantallas:
- Nunca antes de dormir, por lo menos una hora antes. Esto es muy importante, puesto que se sabe que la luz de las pantallas antes de dormir puede provocar dificultades para conciliar el sueño o sueño fragmentado.
- Nunca en las horas de las comidas.
- Nunca en los dormitorios, independientemente de la edad.
- Limitar los contenidos a los que los niños tienen acceso, evitando así que visualicen contenidos relacionados con el sexo, la violencia, el consumo de sustancias…, puesto que impactan negativamente en la forma la que perciben el mundo.
Como se puede observar, estas recomendaciones quedan bastante lejos de la realidad, puesto que, debido a la presencia de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos, son prácticamente imposibles de cumplir. Esta gran distancia entre lo que debería ocurrir y lo que ocurre debe ponernos en alerta sobre las graves consecuencias que la sobreexposición a las pantallas va a tener en los niños y adolescentes.
Sin ir más lejos, cada vez más en las escuelas las actividades que se realizan se hacen mediante tablets u ordenadores. Teniendo en cuenta que los niños pasan unas 8 horas al día en el colegio, y que, exceptuando los ratos de recreo, comedor o actividad física, están en un aula donde generalmente trabajan con tablets, la cantidad de horas de exposición supera con creces a las recomendaciones. A estas horas, además, hay que sumar las horas en casa en las que ven dibujos, juegan con alguna consola, utilizan el móvil, etc.
IMPACTO EN EL DESARROLLO CEREBRAL
Se sabe que la gran cantidad de horas que los niños y adolescentes están expuestos a pantallas está impactando de manera negativa y significativa en su desarrollo cerebral.
Existen estudios que demuestran que los niños a los dos años y medio pueden aprender e imitar comportamientos que ven en la televisión, por lo que lo ideal es que no se expongan a ningún tipo de pantallas. Se ha demostrado que el sonido de la televisión, aunque el niño no le preste atención, puede interferir en la atención sostenida y en las interacciones del niño con sus padres, disminuyéndolas significativamente.
Otros estudios han encontrado que un mayor tiempo de exposición a pantallas a los 2 años se asocia con una disminución en el rendimiento del desarrollo a los 3.
Por otro lado, también se ha estudiado la relación entre la exposición a pantallas y el desarrollo del lenguaje, y se ha concluido que, los niños que están más expuestos a pantallas tienen un nivel comunicativo significativamente más bajo. En esta línea, también se ha concluido que los niños que han sido expuestos a pantallas antes de cumplir un año tienen muchas más probabilidades de sufrir retrasos en el lenguaje.
En otro estudio realizado en niños de entre 8 y 11 años, los resultados obtenidos demostraron que un mayor tiempo de exposición a pantallas estaba directamente relacionado con un menor nivel cognitivo.
Además, en otro estudio realizado con niños de primaria en el que se les realizó una resonancia magnética, aquellos niños que habían estado más tiempo expuestos a pantallas mostraron menor conectividad cerebral entre las áreas involucradas en el lenguaje y las funciones ejecutivas.
En definitiva, la sobreexposición a pantallas tiene grandes efectos perjudiciales que se pueden agrupar en:
- Efectos negativos en áreas cerebrales
- Dificultades en el desarrollo del lenguaje, problemas de atención
- Dificultades del sueño
Además, también se desaconseja el uso de las pantallas en las aulas como método de aprendizaje, puesto que se sabe que los niños aprenden mucho mejor con los aprendizajes en directo que con aquellos que observan a través de una pantalla.
BIBLIOGRAFÍA
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- Naciones Unidas (2019). Recomiendan que los niños no usen pantallas hasta los dos años. Noticias ONU. Recuperado de https://news.un.org/es/story/2019/04/1454801
- Pantallas y niños: Tiempo de uso y exposición recomendado (f). Tecnología en familia. Recuperado de http://tecnologiaenfamilia.com/pantallas-ninos-tiempo-uso-exposicion-recomendado/