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Heurísticos y sesgos cognitivos

 

 

 

Rodrigo Tinajas Rosado

Qué son y qué diferencias hay entre ambos

Los sesgos cognitivos son tendencias sistemáticas y en ocasiones perjudiciales en la forma en que una persona procesa información. Éstos pueden llevar a una distorsión en la percepción y el juicio posterior. Los sesgos cognitivos son comunes y afectan a todas las personas en mayor o menor medida, pudiendo influir en decisiones y acciones en diversos ámbitos. Por otro lado, los heurísticos son un método simplificado o un atajo mental que utiliza la experiencia previa y la información disponible para tomar una decisión rápida y efectiva, reduciendo así la carga cognitiva y pudiendo dar de nuevo errores en el procesamiento y respuesta (Cortada de Kohnan, 2006).

 

 

En qué ocasiones los sufrimos

Los sesgos y heurísticos son un mecanismo de defensa, que actúa para reducir la sobrecarga estimular, proteger la autoestima, facilitar la interacción social (tratando de que la información sea compartida, aunque no verdadera), aumentando la percepción de control del medio y reduciendo la incertidumbre (Yela, 2000).

Es por ello que en situaciones desconocidas, nuevas o escabrosas pueden actuar tanto de manera normotípica como patologizándose. Concluimos que deberíamos intentar buscar estrategias cognitivas que cumplan las mismas funciones que los sesgos sin causar las distorsiones o errores en el procesamiento propio de ellos.

 

 

Cómo los clasificamos y qué tipo de sesgos y heurísticos existen (Aronson, 1992)

A: HEURÍSTICOS:

  • Heurístico de representatividad (y falacia de la conjunción): consiste en el juicio de la probabilidad de un hecho según nuestro juicio personal y lo representativo que éste sea sin tener en cuenta la probabilidad real.
  • Heurístico de ajuste o de anclaje: percepción de la realidad desde anclajes o puntos de referencia que asumimos como punto principal.
  • Heurísticos de disponibilidad: sesgo en el cual se utilizan los elementos más disponibles cognitivamente de una categoría para juzgar un hecho o sujeto.

 

B: SESGOS EN LA PERCEPCIÓN INTERPERSONAL:

  • Correlaciones ilusorias o ilusión de covariación: sesgo en el que se considera que dos sucesos covarían cuando realmente no existe evidencia empírica. Atendemos a los casos confirmatorios, en los que se producen A y B o en las que no se producen ni A ni B; no así las situaciones en las que se da A sin B o B sin A.
  • Inferencias particularistas: sesgo en el que se extraen inferencias generales de casos individuales.
  • Negatividad: tendencia a percibir o a sobreatender la información negativa.
  • Positividad: tendencia a percibir de manera excesiva la información positiva, negando u obviando la negativa o dolorosa.
  • Estereotipia: consiste en juzgar la probabilidad de ocurrencia de un hecho en función de la categoría a la que pertenece su autor, no en función del hecho en sí.

 

C: SESGOS EN ATRIBUCIONES:

  • Error fundamental de atribución (o de correspondencia): abuso de atribuciones internas en los demás y en éxitos personales y de atribuciones externas en fracasos propios (asimetría actor/observador).
  • Personalización: tendencia a atribuirse la responsabilidad de sucesos ajenos y no atribuirse la responsabilidad de sucesos propios. La personalización se maniesta en la tendencia a culparse uno mismo por todo lo que ocurre mientras que la despersonalización se maniesta por la tendencia a culpar a los otros.
  • Sesgo de saliencia o halo: sesgo en el que lo primero que se percibe contamina la percepción del global.
  • Falso consenso: percepción de razón o sentido ante el consenso ante un juicio poco o nada común, se produce más ante situaciones inesperadas o de saliencia negativa. En comportamientos positivos propios ocurre lo contrario (tendemos a pensar que no es algo común).

 

D: SESGOS DEFENSIVOS:

  • Sesgo de ilusión de control: percepción de que se es más capaz de controlar los factores que rodean de lo que realmente se es.

 

E: OTROS:

  • Simplificación: simplificación de la percepción mediante diferentes estrategias, tales como dicotomización, maniqueísmo (bueno/malo), etc.
  • Demonización: elaboración mental de una categoría que tendría las funciones del demonio.

 

 

Bibliografía

Aronson, E. (1992). The social animal. 6th ed. San Francisco, W. H. Freeman.

Cortada de Kohan, N., & Macbeth, G. (2006). Los sesgos cognitivos en la toma de decisiones.

Yela, C. (2000). El amor desde la psicología social. Ni tan libres ni tan racionales. Madrid: Pirámide.