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Terapia E.M.D.R para el tratamiento de traumas

encapsulados o resistentes

 

 

 

Jacobo Márquez López – Enero, 2022

 
¿Qué es la terapia E.M.D.R y cúando utilizarla?

 

La terapia de Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares, EMDR por sus siglas en inglés, es un planteamiento psicoterapéutico que estimula los mecanismos de curación inherentes al propio ser humano, ya que actúa sobre el sistema de procesamiento de información innato. Puede darse la situación de que dicho sistema de procesamiento innato se bloquee, principalmente por la vivencia de una situación complicada y estresante, la cual puede incluso definirse como trauma. La terapia se basa en el entendimiento del efecto que pueden tener las experiencias vitales hostiles y traumáticas sobre las afecciones mentales y/o emocionales y en el procesamiento adecuado de dichas experiencias (Se centra en el recuerdo de la experiencia o experiencias que han contribuido al desarrollo del malestar e incluso patología del paciente) mediante métodos estructurados que incluyen movimientos oculares y otras formas de estimulación bilateral.

 

La terapia fue desarrollada en 1987, dado que la psicóloga norteamericana, Francine Shapiro, observó casualmente que los movimientos oculares, al seguir determinados patrones, pueden disminuir la intensidad y malestar de los pensamientos perturbadores. Shapiro comenzó su investigación con soldados traumatizados en la guerra de Vietnam, así como con víctimas de abuso sexual, concluyendo que el EMDR disminuía significativamente la sintomatología negativa en estos sujetos.

La base y el propósito de la terapia EMDR es el uso de la estimulación bilateral (visual, kinestética y auditiva) para conseguir un adecuado procesamiento de aquellas vivencias traumáticas que persisten disfuncionalmente a día de hoy, es decir, son resistentes o han quedado ciertamente encapsuladas, por lo que la terapia EMDR está altamente recomendada para el tratamiento de pacientes con trastorno por estrés agudo y trastorno de estrés postraumático. Del mismo modo, también es utilizada para promover el cambio de creencias autolimitantes, la desensibilización de emociones y sensaciones negativas (Muy efectiva en la intervención de fobias, duelos, trastornos obsesivos y trastornos de ansiedad), así como para potenciar la confianza a la hora de hablar en público o el rendimiento en el trabajo, deportes, etc.

Dado su amplio reconocimiento (Otorgado por la OMS y la APA, entre otros) la terapia EMDR puede utilizarse tanto de modo complementario con otros abordajes (Terapia cognitivo-conductual, terapia familiar sistémica, Psicoanálisis, etc.), así como siendo el planteamiento principal del tratamiento. Cada vez son más las personas que acuden a un terapeuta EMDR para liberar sus traumas, y los terapeutas los que valoran esta terapia como una nueva forma efectiva de tratar a los pacientes, y en muchas ocasiones, más rápida que otras técnicas.

 

 

¿Qué es un trauma?

 

Las principales concepciones a cerca del término trauma son las siguientes: La definición bio-neuro-fisio-psicológica supone “El recuerdo de un evento que quedó almacenado de manera disfuncional en las neuroredes de memoria”, así mismo, la definición dada por la asociación Americana de psicología implica “Una respuesta emocional a un evento terrible como un accidente, una violación o un desastre natural”. Sin embargo, esta última definición genera controversia, ya que una persona puede experimentar una trauma como respuesta a cualquier evento que encuentre física y/o emocionalmente perjudicial o amenazante, aunque su entorno e incluso socialmente no sea percibido de este modo.

 

Existen varios tipos de trauma, incluyendo:

  • Trauma agudo: resultado de un solo evento estresante o peligroso.
  • Trauma crónico: Supone la exposición repetida y prolongada a eventos altamente Los ejemplos incluyen casos de abuso infantil, intimidación o violencia doméstica.
  • Trauma complejo: resulta de la exposición a múltiples eventos traumáticos.
  • Trauma vicario: Desarrollo de síntomas de trauma por el contacto estrecho con alguien que ha vivencia un evento traumático.

Algunos de los factores que determinan la manera en la que un evento traumático afecta a una persona son: La presencia de otras afecciones de salud mental, la exposición previa a acontecimientos traumáticos, el tipo y las características del evento y sus antecedentes y el enfoque para manejar las emociones. Las respuestas emocionales y psicológicas más experimentadas tras un trauma suelen ser: Negación, ira, tristeza, vergüenza, miedo, culpa, irritabilidad e incluso la persona puede llegar a experimentar flashbacks o escenas restrospectivas e incluso pesadillas. Del mismo modo, la persona puede desarrollar creencias negativas, autolimitantes y catastróficas del tipo: “no soy lo suficientemente válido/a”, “me merezco todo lo peor”, “estoy destinado al sufrimiento”, “no merezco que nadie me quiera”, etc. La prolongación en el tiempo y el aumento de la intensidad de la sintomatología previamente mencionada puede desencadenar en el desarrollo de trastornos de la salud mental y emocional tales como el trastorno de estrés postraumático, el desarrollo de adicciones, el trastorno límite de la personalidad, el trastorno obsesivo compulsivo, trastorno del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, etc.

 

 

¿Qué es la estimulación bilateral?

 

El modelo de procesamiento adaptativo de la información (AIP), defiende que las personas contamos con un sistema de procesamiento de la información innato orientado a transformar y adaptar la información para que sea adaptativa, dicha información al procesarse pasa a ser un recuerdo. Mediante la estimulación bilateral se cambia el modo en que un trauma se almacenó (disfuncionalmente), de modo que ayuda al neuroprocesamiento adecuado y saludable de dicha situación/es traumáticas con el fin de contribuir a la salud mental, emocional y/o fisiológica del individuo.

Supone la estimulación alternada de los dos hemisferios cerebrales mediante un proceso de tratamiento que usa a su vez los siguientes elementos: Una imagen traumática, La cognición negativa, Las emociones perturbadoras y las sensaciones físicas. Es un proceso similar al ocurrido durante la fase REM del sueño, en el que se afrontan estado de estrés de forma adaptativa, creando conexiones entre experiencias pasadas para resolver problemas.

De este modo, y mediante la estimulación bilateral, los recuerdos traumáticos se reelaboran y se recolocan de una manera funcional. Una vez realizado el tratamiento, los pacientes tienen constancia de dicho hecho, es decir lo recuerdan, pero lo sitúan en el pasado y lo perciben desde una perspectiva adulta y empoderada.

Durante la estimulación bilateral, se lleva a cabo lo que se conoce como atención dual, puesto que por un lado, el paciente tiene un pie en el pasado y otro pie en presente, ya que está centrado en el aquí y ahora y en el allí y entonces. Este es un elemento esencial de la efectividad de la estimulación bilateral.

 

Los objetivos de la estimulación bilateral son los siguientes:

Estimular el sistema de procesamiento de la información.

Desplazar la información hacia una resolución adaptativa y funcional.

Lograr pensamientos y comportamientos deseados para el futuro.

 

 

Existen diferentes tipos de estimulación bilateral, entre los que encontramos:

  1. Visual: el paciente mueve los ojos de un lado al otro (horizontalmente) siguiendo los movimientos que el terapeuta hace con los dedos en el campo visual del El individuo sigue los movimientos con la mirada sin mover la cabeza y haciendo un total de hasta 40 movimiento en cada realización. Técnica más efectiva en EMDR.
  2. Auditiva: el paciente escucha sonidos alternados en ambos oídos con auriculares, mientras que el terapeuta cuenta con un dispositivo que le permite controlar los sonidos, velocidad e intensidad.
  3. Kinestésica o “Tapping”: el terapeuta golpea suavemente y en forma alternada sobre las rodillas del paciente alternando con las manos de la persona que se encuentran sobre sus rodillas.

Estos procedimientos, a priori simples, facilitan la conexión entre los dos hemisferios cerebrales logrando el procesamiento de la información, favoreciendo así la disminución de la carga emocional.

 

¿Cómo se aplica la terapia EMDR?

 

Durante la aplicación de la terapia EMDR para el tratamiento de un trauma el terapeuta trabaja conjuntamente con el paciente para concretar cuál es el foco de la intervención. El paciente describe la experiencia traumática y, con ayuda del terapeuta, seleccionan los detalles más relevantes y que más angustia generan en él.

Como ya hemos explicado anteriormente, se realiza la estimulación bilateral, como los movimientos oculares de un lado a otro, sonidos o golpecitos. Seguidamente se le pide al paciente que comparta lo que se le viene a la mente, es decir, imágenes, sensaciones, sonidos y demás, ya que la estimulación bilateral incita a la activación en su memoria de otras partes del recuerdo traumático u otros recuerdos de los cuales no tenía constancia. El terapeuta interrumpe la estimulación bilateral cada tanto para asegurarse que el paciente esté procesando adecuadamente y, de este modo, se repite el proceso hasta que desaparezcan las sensaciones, emociones o pensamientos negativos.

 

Concretamente, la técnica EMDR consta de 8 pasos, que son las siguientes:

  1. Diseño del plan: Donde se recoge el historial clínico del paciente, recuerdos o incidentes para procesar con la terapia y una acuerdo sobre los objetivos terapéuticos.
  2. Preparación del paciente: Consiste en exponer al paciente las bases y fundamentos de la técnica que está por ser aplicada, así como una resolución de duda y la familiarización con el método. Descubrir si el paciente es el idóneo para esta técnica y si confía en el terapeuta.
  3. La evaluación: Se identifica el recuerdo que se quiere procesar adecuadamente, por lo que se pedirá al paciente una imagen asociada a este Se empieza verbalizando emociones y pensamientos negativas y después se lleva a cabo una declaración positiva que se usa más adelante en la fase de instalación. Así mismo, se anotan las puntuaciones iniciales de VoC (validez de la cognición positiva) y SUD (grado de malestar que siente al pensar en esa imagen).
  4. La desensibilización: En esta fase surgen nuevas emociones, pensamientos y/o sensaciones negativas, ya que en este momento se tiene acceso a la parte más angustiosa del trauma y cuando se valora el nivel de perturbación. En esta fase hay que centrarse y trabajar la estimulación bilateral, ya que se han de agotar todas las asociaciones y situaciones que hay entre la estimulación y el recuerdo. Se practica hasta que no genere malestar al recordar la escena concreta.
  5. Instalación de la cognición positiva: Se busca el refuerzo de la declaración positiva hecha durante la fase 3, con el fin de que el paciente tome el control de la situación que le Se sigue usando la estimulación bilateral, hasta que el paciente tenga total convicción sobre el manejo de la situación y la declaración positiva se instaure como una verdad absoluta.
  6. Examen corporal: Liberación de la tensión física Se recuerda el trauma asociado con la declaración positiva ya establecida. Se buscan posible dolores o sensaciones negativas (pinchazo, malestar o molestias) y, en caso de encontrarse se vuelve al proceso de desensibilización. Si no tiene molestias o sensaciones incómodas se realiza un set de estimulación bilateral para reforzar la buena sensación.
  7. Cierre de la sesión: Buscamos la vuelta del paciente a un estado de equilibrio, aunque no se haya finalizado el adecuado reprocesamiento. Se cierra la sesión y se orienta al paciente hacia la siguiente sesión de reprocesamiento, en caso de que este no esté completo aún.
  8. La re-evaluación: Al inicio de la próxima sesión se accede al objetivo de la sesión anterior para comprobar si se mantienen los resultados o muestra ciertas perturbaciones, es decir, la eficacia de terapias anteriores.

Es complicado estimar de cuantas sesiones constará el tratamiento , ya que ni los traumas son semejantes ni los sujetos, y mucho menos la interpretación que cada uno hace, por lo que depende de muchas variables.

 

 

Bibliografía: