Transición profesional
¿Qué hago yo ahora?

Adriana García
Un día tras más de 20 años de rutinas, procedimientos, tareas, levantarme a las 7 de la mañana para ir a la oficina, llega el momento, se “acabó”.
Sea mi decisión o me venga impuesta, los sentimientos y el vaivén emocional confluyen en mí. Comienzo una “transición”. Un “paseo” en el cual siempre es mejor estar acompañado para disfrutar y gestionar las emociones del proceso. Todo comienza como unas vacaciones, pero en muchas ocasiones, va pesando la incertidumbre…¡poderosa y volátil incertidumbre!
“¿Qué hago yo ahora?” ”Siento que estoy perdido” Esto me encuentro habitualmente en mis pacientes. No importa lo fuerte que seas emocionalmente, tarde o temprano afecta; y nos encontramos con nuestro “duelo” particular. Podemos aludir a etapas como bien cita la psiquiatra Kubbler-Ross (1969) o tareas como Worden (1982), pero lo más importante es convertirnos en sujetos activos de esta nueva situación y tomar las riendas.
Lo primero de todo, reconciliarnos con nosotros mismos. “Stop, soy persona y tengo derecho a sentirme mal, debo dedicar mi tiempo para digerir el proceso. ¡No soy un superhéroe!” ¿Por dónde empezamos? ¡Vamos a por ello!
¿Qué sentimientos afloran en mí? ¿Qué me producen? Debemos preguntarnos, ¡cuestionarnos! Asimilar qué me está pasando. No tanto para eliminarlo, sino para aprender a “jugar” con las cartas que nos han tocado.
Autoconocimiento: ¿Quién soy yo? ¿En qué soy bueno? Esto me va a ayudar a ver todas las fortalezas que poseo. Ahora te pregunto a ti lector…¿Has visto cuánto aportas?
Debilidades: No somos perfectos, la perfección no existe. ¿Por qué no identificar nuestras áreas de mejora para darnos impulso? Vamos a tomarlo como “ventaja competitiva” frente a otros. Si yo conozco mis debilidades, podré trabajar en ellas y “adelantarme” para solventarlas antes de que supongan un problema. ¿Existe alguna “amenaza”? ¡Voy a identificarla para estar preparado!
Llegados a este punto, hemos realizado nuestra labor de introspección, hemos mirado hacia atrás y sobre todo hacia dentro. Nos conocemos un poquito más y también nos sentimos más seguros. Nos ha podido doler, ¡es cierto!, pero tenemos consciencia de quiénes somos y cómo vamos a manejarlo. Ahora bien, resta una cuestión que es el momento de plantearla…¿Te has parado a pensar qué oportunidades hay fuera para ti? ¡Cientos! Conocernos y adecuar nuestro perfil (muchas veces desconocido incluso para nosotros mismos) a nuestra realidad y/o necesidad actual es el objetivo.
Y ahora después de “empoderarte”, vuelve a tus inicios y replantéate…¿Y qué no hago yo ahora?
BIBLIOGRAFÍA
Chavarría, M. A. (2016). Búsqueda y desarrollo del talento.La genialidad de lo imperfecto. ESIC EDITORIAL.
Gallegos, V., & Augusta, M. (2015). Terapia de duelo desde la perspectiva de William Worden. https://repositorio.usfq.edu.ec/bitstream/23000/4613/1/120422.pdf
Kübler Ross, E., y Kessler, D. (2016). Sobre el duelo y el dolor. Ediciones Luciérnaga